Español a continuación

Thank you for 15 years of Food, People, and Justice

With hearts full of gratitude, we want to share that this will be our last growing season. The Growing Project will be closing its doors at the end of 2023.

Food is about relationships – with each other, and with the earth – and we’ve worked hard over the past 15 years to steward spaces that are both ecologically and socially regenerative. TGP has been many things during its lifetime – we started as a volunteer-run effort to reduce food waste, and over time evolved into an organization with an explicit focus on food and social justice. With the support and assistance of hundreds of members of our community, we’ve grown and returned to the community thousands of pounds of healthy produce across more than a dozen neighborhood gardens and small urban farms. We’ve hosted a long list of programs focused on increasing participation and leadership of the local community in our food system. We’ve shared meals, seed swaps, solstice celebrations, and garden work days, and have built and loved a community that has given just as much to us as we have given to it. We’ve created something truly special together over the past 15 years, and our gratitude for that history, and the memories and connections that have come with it, will never fade.

Sustaining a small nonprofit is no easy feat. We have struggled to find a long-term physical growing space that meets our needs, and continually moving from place to place has sapped significant time and resources for many years. In our current garden in Old Town, our commitment to stand strongly by our value that everyone belongs in community growing spaces – especially as it relates to welcoming and providing safe spaces for unhoused people – has brought increased policing, restrictive limits on how and when we can use our own space, and fraught relationships with the City, from whom we lease our land. Our organizational capacity was also drastically reduced by COVID, and though we have recovered and improved upon our programming, we are still recovering our capacity in other ways. Internally, our work to own our responsibilities and commitments as a justice-focused organization has been crucial, but hard. Grappling with internal systems change as a predominantly White-run organization has required us to critically reflect upon how we want power to flow through our organization, how and why decisions should be made, and what it means to maintain transparency with our community and between our board and staff.

Our small organization has experienced many significant challenges in recent years. We remained optimistic and, over the last year, have been working hard with the intention to implement equitable internal practices. We understood that our actions might be too little too late, or might not lead to the results we hoped for, but we wanted to at least give TGP one final growing season while exploring our options and continuing to provide critical programming and resources to our community. We love the work we do and recognize how meaningful it is for so many people, with whom we have developed trusting relationships over the years. This news is heartbreaking to deliver, but we must also be honest about the fact that we don’t have the capacity – financially, physically, emotionally, or otherwise – to chart a sustainable path forward for TGP after this year.

The seeds we have all planted together will find new life elsewhere, with different organizations and community groups. We are coordinating with community partners to see who can assume the stewardship of our Commons Garden in Old Town and our other programs. We hope to pass on as much of our work as we can. Our staff will be finishing out their time at the end of November, and our board will stay on through the end of December to close up our accounts and wrap up all of the legal compliance related to our dissolution. Although our ending is bittersweet, we are sincerely thankful that you have joined us in this journey.

With gratitude and solidarity always,

The Growing Project


Gracias por 15 años de alimentos, gente y justicia

Con el corazón lleno de gratitud, queremos compartir que esta será nuestra última temporada de cultivo. The Growing Project cerrará sus puertas a finales de 2023.

Los alimentos tratan de las relaciones, entre nosotros y con la tierra, y hemos trabajado arduamente durante los últimos 15 años para administrar espacios que sean ecológica y socialmente regenerativos. TGP ha sido muchas cosas a lo largo de su vida: comenzamos como un esfuerzo dirigido por voluntarios para reducir los desechos alimentarios y, con el tiempo, nos hemos convertido en una organización con foco explícito en la alimentación y la justicia social. Con el apoyo y la asistencia de cientos de miembros de nuestra comunidad, hemos cultivado y devuelto a la comunidad miles de libras de productos saludables en más de una docena de jardines vecinales y pequeñas granjas urbanas. Hemos organizado una larga lista de programas enfocados en aumentar la participación y el liderazgo de la comunidad local en nuestro sistema alimentario. Hemos compartido comidas, intercambios de semillas, celebraciones del solsticio y días de trabajo en el jardín, y hemos construido y amado una comunidad que nos ha dado tanto como nosotros le hemos dado a ella. Hemos construido juntos algo verdaderamente especial durante los últimos 15 años, y nuestra gratitud por esa historia, y los recuerdos y conexiones que la acompañan, nunca se desvanecerán.

Mantener una pequeña organización sin fines de lucro no es tarea fácil. Hemos luchado por encontrar un espacio de cultivo físico a largo plazo que satisfaga nuestras necesidades, y mudarnos continuamente de un lugar a otro ha consumido mucho tiempo y recursos durante varios años. En nuestro jardín actual en Old Town, nuestro compromiso de defender firmemente nuestro valor de que todos pertenecen a los espacios de cultivo de la comunidad, especialmente con respeto a dar la bienvenida y proporcionar espacios seguros para las personas sin hogar, ha generado un aumento de la vigilancia policial, límites restrictivos sobre cómo y cuándo podemos usar nuestro propio espacio y relaciones tensas con la ciudad, a quien le rentamos nuestras tierras. Nuestra capacidad organizativa también redujo por el COVID, y aunque nos hemos recuperado y mejorado nuestros programas, seguimos recuperando nuestra capacidad de otras maneras. Internamente, nuestro trabajo para reconocer nuestras responsabilidades y compromisos como organización centrada en la justicia ha sido crucial, pero difícil. Tratar de resolver el cambio de los sistemas internos como una organización dirigida predominantemente por gente Blanca nos ha requerido reflexionar críticamente sobre cómo queremos que fluya el poder a través de nuestra organización, cómo y por qué se deben tomar las decisiones y qué significa mantener la transparencia con nuestra comunidad y entre nuestra junta directiva y personal.

Nuestra pequeña organización ha experimentado muchos desafíos importantes en los últimos años. Nos mantuvimos optimistas y, durante el último año, hemos estado trabajando duro con la intención de implementar prácticas internas equitativas. Entendimos que nuestras acciones podrían ser insuficientes, o no causar los resultados esperados, pero queríamos al menos darle a TGP una última temporada de cultivo mientras explorar nuestras opciones y continuar brindando programas y recursos críticos a nuestra comunidad. Amamos el trabajo que hacemos y reconocemos lo significativo que es para tantas personas, con quienes hemos desarrollado relaciones de confianza a lo largo de los años. Esta noticia es desgarradora, pero también debemos ser honestos sobre el hecho de que no tenemos la capacidad, financiera, física, emocional o de otro tipo, para trazar un camino sostenible para TGP después de este año.

Las semillas que hemos sembrado todos juntos encontrarán nueva vida en otros lugares, con diferentes organizaciones y grupos comunitarios. Estamos coordinando con compañeros comunitarios para ver quién puede asumir la administración de nuestro Jardín Comunitario en Old Town y nuestros otros programas. Esperamos dejar todo nuestro trabajo que podamos. Nuestro personal terminará sus puestos a finales de noviembre, y nuestra junta se quedará hasta finales de diciembre para cerrar nuestras cuentas y concluir todo el cumplimiento legal relacionado con nuestra disolución. Aunque nuestro final es agridulce, estamos sinceramente agradecidos de que se haya unido a nosotros en este viaje.

Con gratitud y solidaridad siempre,

The Growing Project